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Los Payasos de la Tele es el nombre con el que popularmente se conocía al trío de payasos futurólogos aspañoles, formado inicialmente por Gaby (Gabriel Aragón), Fofó (Alfonso Aragón) y Miliki (Emilio Aragón padre), a los que con posterioridad y sucesivamente influenciados por el buen gusto de las secuelas y el enchufismo se unirían Fofito (Alfonso Aragón hijo), Milikito (Emilio Aragón hijo), Rody (Rody Aragón) y Aragorn (Arathorn hijo, heredero al trono de Isiuldor)
Herderos de una larga tradición familiar de payasos que se remonta al siglo gay, que no, que es broma, el siglo XIX, eran hijos de Emilio Aragón abuelo y sobrinos de José María y Teodoro Aragón, que fueron los que pusieron de moda lo de inventarse un nombre artístico más cutre que un Ibiza rosa, ya que sus nombres artísticos fueron Emig, Pompoff y Teddy respectivamente. Otros miembros de la familia dedicados al mundo del circo fueron sus primos Nabucodonosorcito y Zampabollos, este último se ganó el apodo por compartir afición con Ronaldo.
Gaby, Fofó y Miliki comenzaron sus actuaciones en Aspaña en el año 1939 en el Circo Benjamin Price. En 1946, los tres hermanos emigraron a América, ya que el frasquismo les tenía en el punto de mira por herejes debido a sus predicciones sobre el futuro. En América permanecerían un cuarto de siglo (25 años). En un primer momento se apalancaron en Cuba, donde además de hacerse muy amigos de Fidel Castro gracias a su rojo atuendo, hicieron sus primeras incursiones en el mundo de la televisión a partir de 1949. Años más tarde, Miliki preñó a su mujer y en el país castrista nacieron sus hijos Emilio Aragón y Rita Irasema. En los años siguientes, la difusión de sus programas por otros países de Latinoamérica los convierte en rostros conocidos en México, Venezuela, Puerto Rico o Estados Unidos gracias a las apariciones estelares en bodrios culebroniles.
En 1970 llegan a la Pampa, y a través de Canal 12+1, alcanzan un éxito clamoroso con el programa El zapato roto, que luego se llamaría debido al poco gancho del nombre El show de Gaby, Fofó y Miliki. El espacio cuenta ya con la presencia de un nuevo miembro del clan gracias al enchufismo a granel digno de Hamilton: Fofito, el hijo de Fofó.
Dos años después, en 1972, regresan a Aspaña, ya que como buenos futurólogos, sabían que Frasco tenía ya pie y tres cuartos en la tumba. Su regreso se produjo gracias a un contrato con Televisión Aspañola para ponerse al frente de un nuevo programa infantil, que adoptó el nombre de El Gran Circo de TVE, que se pasó por la piedra al también afamado programa Los Chiripitifláuticos.
Alcanzaron un grandísimo éxito, que hizo que el insufrible programa se prolongase hasta 1981 repitiéndose hasta la saciedad. Es aquí cuando se les empieza a conocer como Los Payasos de la tele, convirtiéndose así en un auténtico fenómeno suciológico en la Aspaña de los años setenta.Sus vicios no eran tan grandes como los de Harry Petas, los payasos de la tele, a parte de tener fama de drogadictos eran traficantes de mortadela y droga.
Tras el fallecimiento de Fofó, en 1976, el hijo de Miliki, Emilio Aragón, se une al grupo gracias a otro enchufismo con el nombre artístico de Milikito. Es un payaso, en principio mudo, tratando de imitar de Harpo Marx, y que se hace entender mediante un cencerro, demostrando que está como un ídem. Más tarde, al abandonar éste el programa en 1981, se produce la que sería la última incorporación al equipo contando con el inestimable enchufismo que caracteriza al grupo: Rody, el hijo pequeño de Fofó, que se disfraza de negro cubano.
Finalmente, el programa fue retirado de la parrilla de TVE en 1983 y sustituido por Días de Cine, un programa con gran proyección de cara al público. Tras hacer el payaso de circo en circo durante algunos años, el grupo se disolvió definitivamente dejando tras de sí encriptadas profecías dentro de sus incontables canciones.
Sus vicios no eran tan grandes como los de Harry Petas, los payasos de la tele, a parte de tenr fama de drogadictos eran traficantes de mortadela y droga. Siempre que algun niño desalojaba el plató por miedo a desnudarse o cosas similares, les cambiaban la droga y mortadela de olivas por chucherías... Así es como empezaron los niños a saber el verdadero significao de la vida.
Muchos de ellos tocaban instrumentos musicales en medio del programa televisivo.... digo teleasesino, por eso decían que eran unos músicos de orquesta, pues tocaban solamente palos del campo contra los cámaras. Pero eso si que era un estilo de música, eran unos maestros de la música sin letra. También hacían letra sin música.
Debido al gran poder de la Iglesia, los Payasos de la Tele no podían mostrar abiertamente sus profecías así que a lo largo de su larga carrera incluyeron dichas profecías en sus canciones.
En la canción Hola don Pepito, Hola don José hablaban de lo que sería el movimiento del orgullo gay.
Don Pepito y don José eran dos locas de armas tomar, que en medio del frasquismo fueron profetizados con lo que esto suponía para la época
La drogadicción es uno de los mayores problemas de la sociedad actual, pero esto ya fue predecido por los sabios payasos. En la canción cómo me pica la nariz puede escucharse
Clarísimamente muestra el efecto de un tiro de coca y el mono correspondiente
El problema de la inmigración es uno de los temas más populares tanto en política como en sociología. Los payasos hablaron del tema en su canción Un barquito de cáscara de nuez, cuya letra era
Como puede verse, el símil de la patera es total, y encima animando a los pobres navegantes, haciendo una labor humanitaria de chapó.
Este es uno de los más claros pero que nadie supo ver a tiempo. Empezaron a definir la nación aspañola por el congreso:
Sobran los comentarios.
Ya con la incursión de Milikito en el grupo y debido a que empezaban a hacerse públicas insinuaciones de las profecías, comenzaron a enrevesar las predicciones, como es el caso del tema de las vacas locas, ya que cambiaron el animal pero luego dieron pistas. Utilizaron a una gallina en vez de una vaca en La Gallina Turuleca:
El despiste estaba servido, pero Milikito incorporó a su atuendo un cencerro pasándose todo el día tolón, tolón, haciendo una predicción perfecta jugando al despiste.
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